Ya estuvooooo

Dicen que cuando te toca aunque te quites y si no te toca aunque te pongas, pero para mí eso sólo aplica para la muerte y no cuando algunos delincuentes deciden joderte, porque una cosa es lo inevitable y otra es la mierda.

Este miércoles 17 de octubre de 2007 fui asaltada a una calle de mi casa. Resulta que alegremente quise comer un rico elote con mayonesa y fui al mercado por él, al regresar un chamaquete se paró a mi lado izquierdo y me dijo: "saca el celular', le pregunté con cara de tú quién eres: "¿queeeeé?", entonces repitió: "que me des el celular", y dije: "no manches", entonces otro estúpido chamaco enfrente de mí lo apoyó: "que saques el celular o te doy un tiro", mientras sacaba una pistola de su pantalón.

Obvio no me resistí y me quedé parada viendo que corrieron con mi celular y a la espera de que alguien me preguntara si estaba bien o hiciera algo amigable, pero neta la banqueta no lucía muy cómoda para esperar paciente a que eso pasara, la gente no pasó de verme como 'bicho raro sin celular', así que caminé a mi casa, claro, con mi elote, que por suerte no se les antojó.

Llegué a mi casa y mi lógica lenta me llevó a la súper conclusión de que me habían asaltado, que no tenía celular y que además fue cerca de mi casa, dónde "me respetaban", entonces vino el coraje y mis lágrimas. Y yo que me creía privilegiada por no haber sufrido un asalto, pero bueno, en esta ciudad era casi imposible librarla.

Por supuesto he pensado mucho en eso y aunque tristemente hasta lo tomé con tranquilidad por momentos me vuelvo a enojar, porque es un hecho que los chamacos que me asaltaron son del peor tipo, y no es que justifique a otros, pero según me informaron hay malos y peores, evidentemente me tocaron los peores, los que en su cartera de clientes tienen a los indefensos, y estos dos son conocidos por asaltar a niños.

Es un hecho que odio a esos dos, pero odio más la situación, la vida que llevamos, la inseguridad en al que vivimos y la corrupción que la provocó y los mantiene.

Y como este es mi balcón y es para que yo cuente lo que quiera les diré que tengo un poco de miedo, porque cuando llegaron a la primera esquina se pararon y voltearon a verme, pero lo hicieron con un gran descaro por varios segundos y después tuvieron la ocurrencia de contestar una llamada, cosa que según yo jamás hacen.

Ya estuvoooooooooooo carajo!